Alberto Merz

Las obras del pintor suizo Albert Merz muestran una apasionante interacción de formas y colores, de líneas y superficies, así como de armonía y disonancia.
Lo orgánico se encuentra con lo inorgánico, la vegetación se encuentra con la tecnología, la calma se encuentra con el caos. Las dimensiones temporal y espacial parecen estar suspendidas.
El artista para quien la obra de C.G. Jung y cuyo compromiso con la alquimia es importante crea mundos pictóricos misteriosos, a menudo aparentemente paradójicos, que giran en torno a cuestiones fundamentales de significado.
A lo largo de los años, han surgido indicios de que Merz ha consumido espontáneamente en combinación una y otra vez. Señales que forman parte de su programa de vida y que siempre lo han ocupado.
Recientemente han surgido dos caminos.
Uno que condujo a una reducción muy estricta, el otro que encontró una ligereza lúdica e inventiva.